miércoles, 17 de febrero de 2010

UNA ORACIÓN A MEDIDA

Vale, haber si te gusta esta oración que es una mezcla de una estampa y una adaptación libre mía, ojalá que sí; la rezo todas las mañanas apenas me levanto:

Ven, Espíritu Santo, y envía desde el Cielo un rayo de tu luz;
Ven, Padre de los pobres, dador de las Gracias, lumbre de los corazones;
Consolador bonísimo, dulce Huesped del Alma, dulce Alimento.
Descanso en el trabajo, en el ardor tranquilidad, consuelo en el llanto;
Luz Santísima, llena todo mi corazón con tu Luz;
sin Tu ayuda nada hay en mí, nada que sea inocente.
Lava lo que está manchado,
Riega lo que es árido,
Cura lo que está enfermo,
Doblega lo que es rígido,
Calienta lo que es frío,
Dirige lo que extá extraviado.
Regálame tus dones y decide por mí,
Yo te entrego este Instante Santo y elijo que seas Tú quien dirija mi vida,
sabiendo que en tu dirección encontraré siempre la PAZ.


BENDICIONES.

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