martes, 22 de marzo de 2011

El apocalipsis de los animales


«Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían muerto… Clamaban a gran voz, diciendo: «¿Hasta cuándo Señor, santo y verdadero, vas a tardar en juzgar y vengar nuestra sangre de los que habitan sobre la tierra?» (Apocalipsis 6-10).


¿Crees que tu perro o tu gato han nacido para obedecerte y ser tus animales de compañía? Rotundamente no. Todos los animales, incluidos los no humanos, quieren disfrutar de su vida en libertad. Si están a tu lado debería ser porque les tratas con cariño y respeto ,y con ello les beneficias en la misma medida que ellos a ti, no porque tengas todo el derecho del mundo, o porque les hayas molido a palos.

Desde los tiempos más pretéritos el ser humano se ha valido de los animales para alimentarse y liberarse de cargas. Ha utilizado su fuerza y sus dotes de adaptación, se ha vestido con sus pieles. Los ha pintado en lo profundo de las cuevas para atraerlos mágicamente, los ha adorado como tótems religiosos y ha llegado incluso a pedir permiso al espíritu del animal antes de comerlo. Pero ha llegado un punto en que nos hemos pasado de la raya, en que lo necesario se ha convertido en explotación pura y dura, sin respeto ninguno, donde el uso se convierte en abuso y la existencia se cotiza a golpe de talonario.

Para que tú encuentres bandejas de carne en ordenada procesión en el supermercado, para que te calces bonitos zapatos de cuero, te protejas del frío con lana o pieles, para que puedas tomar medicamentos sin riesgo para tu salud, para que te maquilles tu delicada piel… millones de vidas de animales no humanos (porque tú también eres un animal) han sido inmoladas de la forma más cruel.

Habrá quien diga que este es un problema menor entre la barbarie que nos aturde todos los días, para nosotros, afortunados, solo a través de los medios de comunicación, pero el destino de los animales está unido al nuestro, y no solo por la dependencia casi patológica que hemos establecido con ellos. Tal como nosotros, forman parte de la Naturaleza, son seres que nos acompañan en la lucha de la vida, que han conservado la inocencia que nosotros hemos perdido. Y a los que pagamos muy mal todo el bien que nos ofrecen.


2 comentarios:

  1. Que claro lo decís, es así de simple. Se trata de RESPETO por los animales.



    go vegan!

    ResponderEliminar
  2. interesante reflexión, estoy de acuerdo...

    ResponderEliminar