Qué "lección" maravillosa!
Aprender a Reconocerlo en nuestra mente para "verlo" fuera de ella.
Me encuentro en este momento en Chile, disfrutando de mis vacaciones con mi familia.
Mientras les escribo, un paisaje casi de cuentos me sirve de marco inspirador: el mar... y sus olas, y el cielo que de a poco pierde sus tonos naranjas para dar paso al gris celeste que precede a la noche.
Pinceladas de Dios, aire de Dios, sonidos de Dios...
Mientras miro la danza de las olas pienso en la lección de hoy y se me llena el alma.
Quisiera poder repetir este momento cada hora, cada día. RecordarLO, Reconocer el Espiritu en cada cosa, cada situación y su propósito. Pero sin esfuerzo, sin forzar situaciones, prácticas o formas, solamente Siendo.
Creo que por esos rumbos voy a ir este año..
:-)
Los extrañoooooooooooooo
La Vale
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario